EL ZOO HUMANO (Capítulo 1)

El ZOO HUMANO
(Desmond Morris)


 Capítulo 1: Tribus y Supertribus

El cambio de pequeñas comunidades a una gran civilización ha sido muy repentino para el hombre pero esto logró que pudiera desenvolver varias habilidades. Durante esta transición el hombre desarrolló aún más sus cualidades de adaptabilidad, pues tenían que hallar la manera de sobrevivir a sus necesidades y al ambiente que los rodeaba. También desarrollaron una buena memoria para reunir elementos de su pasado y resolver los nuevos problemas que se les presentaban, aprendían con facilidad y dejando aún lado su ser competitivo, empezaron a colaborar con la comunidad.
Después de la caza se descubrió la agricultura y después de ella vino la domesticación; al tener ya varias actividades por atender, todo aquel que quería comer debía aportar su cooperación y de aquí empieza a surgir la especialización.

Los pueblos comenzaban a convertirse en ciudades y los cambios eran aún mas notorios, nació el comercio y la relación con otros centros urbanos. A medida del progreso que iba teniendo la vida del hombre, inevitablemente, surgió una red urbana, una interconexión jerárquicamente organizada entre ciudades vecinas que dio lugar a los imperios que a su vez dieron inicio a la coordinación, la administración y la arquitectura monumental.
El crecimiento era muy rápido y como especie, no estábamos biológicamente preparados para enfrentar a una gran masa de desconocidos. Esto era algo que teníamos que aprender a hacer pero que no nos resultaba fácil e hizo que se tuvieran que añadir nuevas formas de control, disciplina y opresión. Las élites se volvieron más selectas y las tecnologías adquirieron un carácter más técnico. Empiezan a surgir las "supertribus"; prevalecía la competición y la jefatura. Las supertribus dieron nacimiento a superjefes de carácter tirano que, a su vez, dieron lugar a "super subordinados" en forma de esclavos. Tanto los jefes, como los seguidores, estaban aficionados por la impersonalidad de la condición super-tribal.

Actualmente, es muy difícil manejar a las supertribus modernas socialmente y tienden a fragmentarse. De acuerdo con el autor, la ética y la moralidad no son una invención moderna, pues si no lleváramos en nosotros mismos el impulso biológico de cooperar, jamás hubiéramos sobrevivido como especie. Sólo a partir del surgimiento de las supertribus impersonales fue cuando se tuvieron que crear códigos y leyes, y aún en nuestros días este sistema no ha sido perfeccionado. Una supertribu puede estar unida por leyes, constumbres, idioma, religión, entre otras y se tiene una gran necesidad por "pertenecer".
Hoy en día para el individuo que vive en un gran complejo urbano, le resulta difícil mantener todas las cargas que se le presentan, tales como el ruido, la limitación del espacio, exceso de gente, etc. que bien podría alejarse, pero echaría de menos la exitación del neocazador, disponiéndose a capturar la pieza más grande en los mejores terrenos de caza que ofrece su ambiente.

Desde épocas pasadas hemos ido evolucionando de una manera sobresaliente, desarrollando cualidades que nos han hecho sobrevivir como especie, como individuos y como seres diversos.

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